Tesoro Nacional Custodiado por los Antiguos Incas

Joyas tribales de los antiguos incas

PENDIENTES ANTIGUOS INCAS ALGUNOS DE HASTA 6 PULGADAS DE DIÁMETRO

La historia de la joyería es muy extensa. La joyería se desarrolló en América hace 5.000 años en América Central y del Sur. El oro era de fácil acceso para los aztecas, mixtecas, mayas y numerosas culturas andinas. En este artículo nos vamos a centrar en una de estas últimas, los incas.

Antes de continuar con la apasionante historia de las magistrales piezas de joyería de oro y plata que crearon los incas, permítanme presentarles un poco de historia sobre ellas.

Los incas apreciaban las conchas más que el oro, ya que las utilizaban en ceremonias para producir sonidos mágicos y estaban muy bien decoradas con piedras preciosas.

Los incas vivieron en América del Sur hace unos 500 años. Su imperio se desarrolló muy rápidamente, pero sólo duró unos 100 años, entre 1438 y 1533 d. C. Su patria se encuentra en el actual país de Perú.

El imperio inca ocupó el extremo occidental de América del Sur, desde Ecuador en el norte hasta Chile en el sur, una distancia de unos 4.000 kilómetros. El clima es impredecible en esta gran zona. No es raro experimentar las cuatro estaciones en un solo día.

Se estima que en el imperio inca vivían alrededor de diez millones de personas, pertenecientes a distintos grupos que hablaban su propia lengua local. Sin embargo, el quechua era el idioma oficial antes de que llegaran los “conquistadores” españoles y prácticamente exterminaran su lengua y cultura. Afortunadamente, esta hermosa lengua aún es hablada por diez millones de peruanos nativos en la actualidad.

ANTIGUAS JOYAS INCAS PARA LA NARIZ, LA MAYORÍA DE MÁS DE 6 PULGADAS DE ANCHO

Los Incas eran sofisticados al diseñar piezas de joyería, la cultura Mochica es un fantástico ejemplo de su creatividad y maestría. Esta cultura llevó la orfebrería a otro nivel, trabajaron con incrustaciones de turquesa, nácar, concha spondylus y amatista. Además, los adornos para narigueras y orejeras, pectorales, pequeños recipientes y silbatos son considerados obras maestras y representantes de la antigua cultura peruana.

Los incas utilizaban oro, cobre, plata, platino y también sabían que mezclando cobre con estaño se obtenía bronce. Los incas no conocían el hierro. Las piezas de joyería que creaban tenían propósitos ornamentales únicamente. Diseñaban y creaban joyas de oro , figuras de llamas y máscaras para las momias. Creaban utensilios con metal, sin embargo preferían las piedras.

Uno de los métodos utilizados para trabajar el oro, la plata y el cobre era martillar el metal hasta hacerlo fino y luego darle forma sin utilizar calor. Otra técnica se lograba vertiendo el metal fundido en moldes. Los hornos se encendían con leña, pero la madera era escasa y muy valiosa en la mayor parte de la región andina. Siempre que era posible, los hornos se construían en la ladera de un cerro, donde una corriente constante de aire mantenía vivo el fuego y permitía alcanzar la alta temperatura necesaria para fundir los metales.

COLLAR DE CUARZO, TAMAÑO DE 6 PULGADAS. COLLARES DE PIEDRAS PRECIOSAS COLLAR DE TURQUESA Y CITRINO

Los preincas y los conquistadores

Ejemplo de un protector auditivo de oro utilizando oro y platino.

Es extremadamente difícil unir estos dos metales porque el platino necesita un calor increíble.

El platino es sin duda un metal precioso, muy valioso hoy en día y ciertamente muy escaso. Se cree que el “nuevo metal” proviene de meteoritos, el primer meteorito que se estrelló en la Tierra ocurrió hace 2 mil millones de años. Este asombroso metal ha sido utilizado por diferentes civilizaciones durante siglos. Sin embargo, se ha mantenido invisible para los demás.

Los antiguos egipcios, las civilizaciones preincaicas y los conquistadores son algunos de los benditos que se cruzaron con este metal en su camino.

Los preincas utilizaban diferentes metales para sus joyas y utensilios, entre estos metales el platino ha jugado un papel importante, utilizando platino y oro para adornar sus narices con anillos, también utilizaban este metal para crear joyas ceremoniales así como máscaras de oro con ojos de platino que se suspendían con alambres.

Los objetos prehispánicos elaborados en platino con oro en la zona “Tumaco-La Tolita” (hoy norte de Ecuador, sur de Colombia, 300 a.C.-500 d.C.) son bellas y delicadas obras maestras cuyo propósito era indudablemente religioso, sagrado. Desde el punto de vista tecnológico, se sabe que los orfebres precolombinos podían fundir oro (en realidad un oro nativo impuro fundido por debajo de los 1064 °C), pero no alcanzaban el punto de fusión del platino (1769 °C). Trabajaban con bajas temperaturas, produciendo lo que hoy vemos como aleaciones de oro-platino macroscópicamente homogéneas. Probablemente utilizaban la “sinterización” o, más exactamente, la aleación por difusión en estado sólido, combinada con trabajo mecánico.

Varios autores han intentado simular, de diversas maneras, algunas de estas aleaciones hispánicas. Bergsoe [1] imitó las aleaciones sin reportar estructuras. Observó piezas semielaboradas de Tumaco-La Tolita, infiriendo una posible técnica utilizada, “una mezcla de pequeños granos de platino con un poco de polvo de oro se colocaron sobre un trozo de carbón de madera”. En esta técnica, el oro se funde y cubre los granos de platino y se forma una masa amorfa que soporta los golpes del martillo, especialmente en caliente, “...forjándola y calentándola ocasionalmente. El resultado final es una mezcla homogénea”.

1590 - El platino llega a los conquistadores, pero ellos no lo valoraron lo suficiente y lo confundieron con plata barata. Lo llamaron “platina”, que significa plata pequeña. Los españoles vieron estos yacimientos como un obstáculo para la extracción de oro. El platino vuelve a desaparecer de la historia, pero no por mucho tiempo.

El platino sigue utilizándose de forma positiva en el desarrollo de nuevas aplicaciones. El platino sigue siendo demandado por su pureza, durabilidad y belleza.